Mi pasión desde pequeño fue siempre imitar voces, así como escenas de películas delante de familiares y amigos. Gracias al doblaje, he podido convertir mi pasión en realidad. El trabajo duro, la constancia y la paciencia son las claves de esta profesión tan maravillosa como es el mundo de voz, donde una formación de calidad y exigente con profesionales en activo es requisito imprescindible. Gracias a la Escuela AM he crecido tanto a nivel profesional como personal, adquiriendo valores como el compañerismo, el respeto, la humildad y la profesionalidad. Desde mediados de 2018 trabajo de forma regular en doblaje y publicidad habiendo comenzado mi andadura también en documentales, audiolibros y videojuegos… y no podría ser más feliz.